I.-TRASTORNOS EN LA COMUNICACIÓN Y EL LENGUAJE.
Los trastornos que se pueden presentar en este ámbito, son muchos y variados, pueden
afectar a uno, a varios o a todos los componentes del lenguaje, difieren en su etiología, en el
pronóstico, en las necesidades educativas que generan y en la respuesta educativa que requieren.
Delimitar el concepto de trastorno, dependerá de donde pongamos el límite de lo normal
y lo patológico. Es un tanto subjetivo, dependerá del criterio del observador que va a emitir el
juicio y de las normas sociales imperantes. En general, se considera que un lenguaje normal es aquel que tiene un uso preciso de las
palabras según su significado, un vocabulario de calidad y cantidad, claridad de la articulación,
una forma gramatical adecuada, un ritmo y velocidad apropiados, un volumen de voz audible, un
tono adecuado a la edad y el sexo y una entonación de las frases en concordancia con su
significado y sus necesidades expresivas.
Este canón de normalidad, sólo es aplicable al lenguaje adulto, ya que en el lenguaje
infantil normal, todas o casi todas estas habilidades están en pleno proceso de desarrollo, sin que
se considere un trastorno, sino propio del desarrollo evolutivo y que de forma natural o con
intervención directa o indirecta, irá desapareciendo sin dejar secuelas.
No obstante, existe un pequeño grupo de niños y niñas que sí presentan verdaderos
indicadores de trastornos. De aquí deducimos la importancia de conocer los parámetros
evolutivos de la edad, para no incurrir en errores de considerar patológico lo que es normal en
determinados momentos del proceso evolutivo.
1.- TRASTORNOS DEL HABLA.
Hablar, es expresar a través de mecanismos físicos y fisiológicos todos los procesos de
lenguaje interior (léxico-semánticos, morfológicos-sintácticos, fonológicos y pragmáticos). Para
hablar, necesitamos de un flujo de aire en la espiración que al pasar por las cuerdas vocales, las
hace vibrar y producir el sonido, las posiciones y movimientos de los órganos de la articulación
(labios, mandíbula, lengua, paladar, …), así como, la forma en que se emite el aire (oral o nasal),
y, como resuena en las cavidades orales y nasales, es lo que permite producir el habla.
Concepto.
Consideramos trastornos del habla a aquellas dificultades para la articulación o para
la producción clara y fluida, que restan inteligibilidad a la expresión oral.
Clasificación:
• Alteraciones que afectan a la articulación:
o Dislalias.
o Trastorno Fonológico.
o Disglosias.
o Disartrias.
• Alteraciones que afectan a la fluidez verbal y el ritmo en la expresión:
o Disfemia.
o Taquilalia y farfulleo.
o Bradilalia.
• Alteraciones de la voz.
o Disfonía
o Rinofonía
2.-TRASTORNOS DEL LENGUAJE.
Concepto.
Los trastornos del lenguaje, se dan formando un continuo que iría, desde el retraso simple
del lenguaje hasta la perdida total de las capacidades lingüísticas en el caso de la afasia.
Otro importante aspecto a resaltar, es el diferente pronóstico que cada uno de los tipos de
trastorno tiene. Mientras, en los Retrasos en la adquisición del lenguaje, el pronóstico es bueno,
pudiendo normalizarse con la intervención, Rondal, (1985) en los casos de Trastorno Específico
del Lenguaje o en Afasia, el pronóstico es negativo, ya que aunque mejoran, suelen dejar
secuelas permanentes.
Es importante señalar en este apartado la gran variabilidad de terminología e incluso
conceptual que se dan en este tema y que va a depender del enfoque que dan las distintas
escuelas y el modelo de explicación del lenguaje que cada una utiliza.
No obstante, desde la mitad de la década de los 90, empieza a introducirse en España la
conceptualización y terminología anglosajona, propiciada por las investigaciones realizadas en
nuestro país y la publicación de obras como la de Aguado, (1999) y Mendoza, (2001) sobre el
Trastorno Específico del Lenguaje (TEL), tratando de superar los conceptos anteriores de
Retraso de lenguaje y Disfasia.
Clasificación:
• Retrasos en la adquisición y desarrollo del lenguaje.
• Trastorno Específico del Lenguaje.
• Afasias
3.- TRASTORNOS DE LA COMUNICACIÓN.
A lo largo del siglo pasado, se puso el énfasis en el estudio de las alteraciones que
presentaban los niños en su desarrollo del lenguaje. Inicialmente, se centraron en aquellos que
perturbaban la voz y el habla. En la siguiente fase con el auge de la lingüística, el enfoque se
centró en el estudio de estructuras semánticas, gramática y sintaxis. Al final del siglo, con el
enfoque pragmático, se pretendió situar su desarrollo en el marco de comunicación y de las
interacciones sociales.
Ante esta denominación, estaríamos frente a trastornos del componente pragmático del
lenguaje.
Es un concepto reciente, en el que todavía no existe un claro consenso en la
clasificación de los trastornos o síndromes que lo integran.
Nosotras hemos optado por hacer dos bloques de contenidos:
• Mutismo electivo.
• Trastornos Pragmáticos: secundarios a otros trastornos o discapacidades, o
como trastorno primario.
Bibliografía:
M.I. Celdrán Clares y F. Zamorano Buitrago.
Logopedas en los Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica de Murcia.