El trastorno carece de cura, pero algunos de los tratamientos actuales producen beneficios duraderos y se espera poder aplicar pronto otros nuevos.
La aplicación temprana de terapias que mejoran las capacidades de comunicación y sociales pueden suponer una ayuda para estos niños. Les ofrecen la posibilidad de ingresar en una escuela ordinaria y establecer relaciones con los amigos y la familia.
El mayor conocimiento sobre la biología del autismo quizá permita desarrollar nuevas técnicas diagnósticas y una gama de fármacos que complemente las terapias conductuales que fomentan las habilidades sociales.
FUENTE
https://www.investigacionyciencia.es/revistas/especial/autismo-629
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